¿Cómo nos volvemos más fuertes desde el aprendizaje emocional? / ¿Por qué es importante potenciar nuestra conciencia?

Por: Ps Gina Bazán
Presidenta de la Asociación de diabetes en niños y adolescentes – Perú
Adina Perú

El aprendizaje emocional no solo nos prepara para la vida, sino que además mejora hasta el rendimiento académico porque aumenta la capacidad de aprender, razonar, analizar y aceptar.

Es un proceso que fomenta el desarrollo personal como complemento al desarrollo cognitivo y académico.
El fin del aprendizaje emocional será prepararnos para la vida y aumentar el bienestar personal y social.

Por lo tanto, educar las emociones, igualmente nos lleva hacia dos objetivos:
1.- Desarrollar competencias emocionales, que serán nuestras habilidades y actitudes, para el manejo de nuestras emociones.
2.- Crear climas emocionales favorables al aprendizaje y al bienestar propio.

El aprendizaje emocional es el ambiente que se crea para organizarnos, para estructurar ideas, para optar por una vida más llevadera, disciplinada, con orden, con valores.

Sociabilizar con compromiso, con motivación. Es así pues que la educación emocional es una herramienta para crear, mover emociones y sentirnos capaces de realizar actividades propias de lo cual nos sentiremos seguros de realizar.

Ser consciente de lo que quiero hacer…. Observar el “ahora”.
Igualmente analizar lo que hay detrás de mis acciones, lo que me mueve y por qué.

Ejecutar la toma de decisiones, tomando en cuenta características propias y rasgos personales como un gran determinante.

El aprendizaje emocional da fortaleza para poder manejar emociones. Capacita para “ESCUCHAR y OÍR”, o sea para poner atención debida para entender a hilar ideas.

La escucha o el haber aprendido para escuchar, es una de las competencias sociales.

La atención se ejercita con algunas técnicas de regulación emocional y también con un reforzamiento propio.

El silencio también se puede entrenar, servirá para el control de la impulsividad, por ejemplo.

Quedará, como enseñanza, “SABER ESCUCHAR” y “SABER OÍR”.
Empecemos por indicar que la emoción predispone a la acción y está unida a la motivación.

Hay una relación entre EMOCIÓN y MOTIVACIÓN. Es más, estas palabras dan un resultado de movimiento. Se trata, entonces, de encontrar lo que nos MUEVE. A lo cual nosotros mismos nos permitiremos desarrollar la conciencia emocional (conocer nuestras emociones y ser empáticos).
Desarrollaremos, también, la TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN, para superar un problema.

Daremos iniciativa para promover ideas, crear hábitos para lograr metas, fluir actividades.
Tomar conciencia es lo que se desea a beneficio personal y por lo tanto al entorno. Si no estamos bien en nuestra salud emocional – mental, no estaremos preparados para lo demás.

Al igual estaremos pendientes de cómo nos sentimos, qué deseamos y necesitamos, e ir al especialista indicado porque tenemos que cuidar nuestras vidas. Y tengamos en cuenta que, si nos refieren medicinas, la medicina no es todo.
El propio proceso de aprendizaje es ya una experiencia emocional, ya que es una suma de experiencias de nosotros mismos. Por lo tanto, se sienten.