COVID-19. Supervivencia, felicidad a la fuerza.

COVID-19. Supervivencia, felicidad a la fuerza.

Jorge Yamamoto

Psicólogo social profesor principal de la PUCP

La pandemia del COVID 19 está produciendo una elevada mortalidad en personas obesas, con azúcar elevada e hipertensas, entre otras condiciones de riesgo. La mejor prevención para estos factores se reduce a una alimentación adecuada junto con una rutina de actividad física.

Estos estilos de vida son las que la investigación médica y psicológica ha asociado ampliamente con la salud y la felicidad, condiciones que dejan de ser un lujo para convertirse en una necesidad, de las más básicas: la supervivencia y conseguir trabajo (sin morir en el intento).

La conciencia plena. COVID-19. Supervivencia, felicidad a la fuerza.

La conciencia plena es un proceso psicológico que evita la divagación mental, la cual lleva más temprano que tarde a preocuparse por problemas futuros que aún no llegan y recordar problemas pasados que activan, en ambos casos, las emociones negativas y preocupaciones.
Esto abre paso a la ansiedad, y en personas vulnerables, a la depresión.

La atención plena se puede entrenar, desde la psicoterapia, pasando por la meditación, llegando hasta los talleres en línea y seminarios web. Por esta razón, la conciencia plena ha sido considerada como una importante fuente de prevención de la psicopatología y de promoción del bienestar.

Ahora, también constituye una de las mejores armas contra la pandemia porque evita que las personas actúen de forma automática, evitando la activación de rutinas como aglomerarse, tocarse o salir a la calle cada vez que le provoca. Por el contrario, la conciencia plena activa la atención para recordar y ejecutar el distanciamiento y la cuarentena. Si esto fuese practicado de forma generalizada, sería la mejor arma contra la propagación de la pandemia.

Un entorno de valores promueve niveles elevados de felicidad.

Los valores constituyen la base de una sociedad saludable. Los ciudadanos se comportan de acuerdo con principios no negociables de sana convivencia porque en ese escenario todos ganan, la persona, la familia y la nación.

Con valores como el trabajo en equipo se es más eficiente que con trabajo argollero; con valores de confianza en los demás se eliminan las enormes barreras de estar a la defensiva. Además de productividad y desarrollo, un entorno de valores promueve niveles elevados de felicidad.

El Japón, una nación con valores ejemplares, comenzaron tarde con la cuarentena, mucho después que el Perú, pero bajaron su tasa de contagios y muertes muy rápido, debido a que cuando se decretó el aislamiento, la población actuó sobre la base de sus valores, comportándose en la forma que era lo mejor para la nación y punto.

Un equipo-nación unido, confiando en sus autoridades y vecinos. El Japón pudo liberar el distanciamiento social de forma muy rápida, mientras que en el Perú aún se mantiene, con el terror de que, si se liberara, los contagios y muertes se dispararían por una conducta irresponsable de la población.

En el pasado cercano, promovíamos la salud física, la conciencia plena y los valores como ejes para la felicidad con desarrollo, ahora, estos mismos principios se constituyen como columnas para la supervivencia. Si antes el desarrollo feliz no era motivo suficiente para practicar una buena alimentación con actividad física, la conciencia plena y los valores, ahora, la debemos de practicar para sobrevivir, para conseguir trabajo, para sobrevivir como nación mínimamente civilizada.


@jyamamotos

Jorge Yamamoto