María Lourdes Cáceres
Psicóloga y Psicoterapeuta
CPsPn°31996
Depresión: la importancia de leer síntomas
¡Estoy deprimido! Es una expresión que con frecuencia escuchamos en nuestro entorno, en el trabajo, en el estudio, en la familia, entre los amigos. ¿Pero realmente conocemos a la depresión? ¿Qué puede desencadenar la depresión?
Si bien la mayoría de nosotros se puede sentir triste, melancólico o infeliz en algún momento de nuestra vida por algún evento especial, la depresión es un trastorno del estado de ánimo cuyos síntomas interfieren con el desarrollo normal de nuestras actividades diarias por un periodo de dos semanas o más.
La depresión puede producir incapacidad para trabajar, para estudiar, para relacionarse, para convivir con la familia. Como resultado tendremos problemas de autoestima, problemas de concentración, poca o nula motivación para cualquier actividad, incluyendo, levantarse de la cama y pensamientos suicidas. Situaciones como la muerte de un ser querido, una separación, una pérdida de trabajo pueden generar conductas depresivas. Aunque a veces ésta se puede desencadenar sin un detonante visible como consecuencia de ausencia o escasez de pocos reforzadores positivos o por el incremento de conductas poco saludables.
Una persona con depresión muchas veces se puede sentir más lento, más cansado, adolorido. La mente de una persona con depresión se muestra oscura, con pensamientos negativos de sí mismos, de los demás, del mundo y su futuro. La depresión no es un signo de debilidad emocional, es una enfermedad que puede generar consecuencias muy graves para el paciente y sus familiares.
Existen factores que pueden volvernos más vulnerables a tener una depresión por ejemplo la carga genética, los rasgos de personalidad, la dinámica familiar, las enfermedades crónicas o incluso el estilo del pensamiento de cada persona. Todos estos factores pueden actuar de manera independiente o en conjunto con lo cual, pueden generar que los síntomas depresivos se mantengan.
► Los principales síntomas pueden ser:
Sentirse triste o abatido la mayor parte del tiempo
Pérdida del interés en actividades habituales que antes eran placenteras
Pérdida o aumento de peso, de manera significativa
Disminución o incremento del apetito
Dificultad para dormir o sueño en exceso
Irritabilidad o agitación
Cansancio o fatiga
Sentimientos de culpa o inutilidad
Dificultad para concentrarse, pensar o tomar decisiones
Llanto
Pensamientos o ideas suicidas
La depresión puede darse en personas de todas las edades, se puede apreciar en adultos, adolescentes, niños, adultos mayores. En el caso de depresión en niños, éstos pueden presentar síntomas diferentes a los de los adultos. Síntomas en el cambio de ritmo de sueño, rendimiento escolar, aislamiento o irritabilidad.
Muchos pacientes que muestran síntomas de depresión, pueden también mostrar síntomas de ansiedad, fobias, malestares, obsesión.
El dolor es parte normal e inevitable de la vida, sin embargo, es necesario analizar lo que hacemos con ese dolor porque es la forma cómo lo llevamos, lo que nos genera sufrimiento.
Atender a quien padece depresión es muy importante, no se cura con decirle: échale ganas! “Creo que estás exagerando lo que te ocurre, no es para tanto”, “tienes que poner de tu parte y estar bien de una vez”, “no entiendo por qué estás deprimido, todos tenemos problemas, ¿por qué tu no luchas?”, “sal y distráete”, etc. Puedes ayudar a alguien con depresión escuchándolo, acompañándolo, validando sus emociones y manejando sus sentimientos con respeto.
Es importante que las personas con depresión puedan tener un acompañamiento psicológico y en algunos casos, incluso farmacológico para estabilizarse, dependiendo de la evaluación y diagnóstico.
“El dolor psíquico hace daño, por definición. Pero no se limita a eso. Muchas veces el dolor te aparta de vivir la clase de vida que querrías vivir”. (Steven Hayaes)