Dr. Martin Tagle<\/strong> En estos tiempos es muy normal y adem\u00e1s plausible que las personas estemos en constante b\u00fasqueda de la eterna juventud, de tener un estilo de vida saludable, y de prevenir enfermedades. Las redes sociales nos inundan de consejos para conservar el peso, y est\u00e1n llenas de distintos tipos y horarios de dietas, esquemas de ejercicios, adem\u00e1s de t\u00e9cnicas de relajaci\u00f3n, yoga, meditaci\u00f3n, mindfullness entre otras. Todo eso est\u00e1 muy bien, hasta que entra a tallar la recomendaci\u00f3n y comercializaci\u00f3n de los llamados \u201cproductos naturales\u201d. Dichos productos son por lo general compuestos herbales, combinaciones de distintos tipos de productos bot\u00e1nicos procesados y encapsulados, para luego ser colocados en una presentaci\u00f3n muy bien elaborada y exhibida en frascos que le dan una imagen de producto probado cient\u00edficamente. A veces se trata de un solo compuesto, otras veces son varios en una sola c\u00e1psula. La idea generalizada siempre es: \u201cEsto es natural, no es un qu\u00edmico, por lo tanto, no te puede hacer da\u00f1o\u201d, y \u201ces muy bueno para\u2026\u201d (pongan el nombre de enfermedad o condici\u00f3n que quieran). Nada m\u00e1s lejos de la verdad. La toxicidad hep\u00e1tica por compuestos herbales es todo un cap\u00edtulo de la hepatolog\u00eda moderna, y existen registros en EE. UU., Europa e incluso en nuestro continente, donde hemos reportado casos de personas que han tenido problemas de enfermedad hep\u00e1tica por hierbas, inclusive algunos fallecidos o trasplantados del h\u00edgado. A diferencia de lo que ocurre siempre con los f\u00e1rmacos convencionales, estos compuestos no han sido depurados en estudios cl\u00ednicos que tardan muchos a\u00f1os en probar su seguridad, tolerancia y eficacia. No hay entidad que regule su venta y son comercializados libremente, sin aprobaci\u00f3n de entidades reguladoras como la Administraci\u00f3n de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en ingl\u00e9s) o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en ingl\u00e9s). P\u00f3ngase a pensar: se toma Ud. el compuesto \u201cX\u201d con un nombre cient\u00edfico bot\u00e1nico dif\u00edcil de pronunciar, pero con un sobrenombre amigable, porque un amigo le dijo que era \u201cmuy bueno\u201d. \u00bfY d\u00f3nde est\u00e1 la prueba cient\u00edfica? Al fin y al cabo, es una sustancia (o sustancias) qu\u00edmicas que se absorben desde el intestino y van necesariamente al h\u00edgado -como todo f\u00e1rmaco-. Y ah\u00ed viene lo impredecible. Por supuesto no todas las personas van a tener problemas, pero un porcentaje nada despreciable puede tener reacciones inesperadas, como elevaci\u00f3n de las transaminasas, ictericia (color amarillo de piel y ojos, que ya implica un grado de severidad mayor) y da\u00f1o severo del h\u00edgado. Peor a\u00fan si la persona consume otros medicamentos con los cuales estos compuestos pueden interactuar. Pueden potenciar la toxicidad de algunas medicinas o al rev\u00e9s, restarles eficacia. Ejemplos abundan, como anticonvulsivantes, anticoagulantes, medicamentos cardiovasculares, o tratamientos oncol\u00f3gicos. Recuerde:<\/strong> ning\u00fan compuesto herbal es necesario y menos indispensable. Tampoco tenga la idea de que son inocuos. Si Ud. consume alg\u00fan medicamento prescrito por su m\u00e9dico no debe tomar nada que afecte su seguridad y eficacia, y menos estos supuestos remedios naturales que solo pueden poner en riesgo su salud y su vida.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" En estos tiempos es muy normal y adem\u00e1s plausible que las personas estemos en constante b\u00fasqueda de la eterna juventud, de tener un estilo de vida saludable, y de prevenir enfermedades. <\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":2217,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"site-sidebar-layout":"default","site-content-layout":"default","ast-global-header-display":"","ast-main-header-display":"","ast-hfb-above-header-display":"","ast-hfb-below-header-display":"","ast-hfb-mobile-header-display":"","site-post-title":"","ast-breadcrumbs-content":"","ast-featured-img":"","footer-sml-layout":"","theme-transparent-header-meta":"default","adv-header-id-meta":"","stick-header-meta":"","header-above-stick-meta":"","header-main-stick-meta":"","header-below-stick-meta":"","footnotes":""},"categories":[24],"tags":[300,302,301],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2197"}],"collection":[{"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2197"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2197\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":2199,"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2197\/revisions\/2199"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2217"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2197"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2197"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/unosdiasconbobby.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2197"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
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Gastrohealth
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